El sábado 25 de julio de este complicado año 2020 tuve la oportunidad de romper la rutina del confinamiento y participar en un festival de poesía en línea, el primero de este tipo para mí. Estaba un poco nerviosa, pues no es lo mismo mirar de frente a las personas que te rodean, que ver la cámara de tu teléfono apuntando inclementemente hacia tu dudoso rostro, en medio de una pandemia. Afortunadamente, todo salió bien, gracias a quienes me acompañaron en vivo, desde sus propias casas. Sus amables comentarios, los cuales fui leyendo en tiempo real, me cobijaron.
Gracias a la poeta Grissel Gómez Estrada y a los organizadores: Blanco Móvil, La Otra, Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México y Cultura UACM.
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