En la casa de los seres
no hay portones:
sólo largos pasadizos como anhelos,
sólo mustios aposentos de la espera.
Un rincón para asentar despojos,
una pared en que atisbar designios.
Moramos
tras estos grandes ventanales
que proponen sus praderas.
Codiciamos la salida
sin saber si fuera es otra casa
con los mismos ventanales.
Acechamos:
nos quedamos acechando.
© 2013, Iliana Rodríguez.
(De: Iliana Rodríguez, Embosque, México, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2013.)